MÉTRICA O ESCALA DE VALORACIÓN
Tal como los diferentes
modelos de evaluación de los RED, el modelo ALPHA Inclusivo utiliza una
métrica de valoración, en este caso basada en una escala Likert de 1 a 5, donde
cada valor refleja un nivel de desempeño del recurso educativo digital (RED) en
relación con criterios específicos de evaluación. La escala va desde 1, que
denota un rendimiento deficiente, hasta 5, que representa un desempeño
sobresaliente. Esta métrica se aplica a una serie de criterios de evaluación
que cubren dimensiones esenciales como la claridad de los objetivos, la calidad
del contenido, la adaptabilidad, la motivación, el diseño y la usabilidad, la accesibilidad,
la reusabilidad y la integración tecnológica, entre otros aspectos
fundamentales para medir la efectividad de los recursos educativos digitales.
Escala de valoración:
Deficiente:
El recurso no cumple con el criterio evaluado. Presenta deficiencias
sustanciales que afectan gravemente su usabilidad y efectividad pedagógica, lo
que impide su adecuado funcionamiento en un entorno educativo.
Insuficiente:
El recurso cumple parcialmente con el criterio, pero existen múltiples áreas de
mejora. Aunque su uso es posible, la falta de ciertos elementos clave reduce su
efectividad y demanda ajustes sustanciales.
Aceptable:
El recurso cumple de manera aceptable con el criterio. Es funcional y tiene una
estructura lógica, aunque todavía presenta áreas que podrían mejorarse para
optimizar su impacto en el aprendizaje de los estudiantes.
Bueno:
El recurso supera las expectativas en el cumplimiento del criterio. Está bien
diseñado y tiene un impacto positivo en el aprendizaje, aunque algunos detalles
podrían optimizarse para maximizar su efectividad.
Excelente:
El recurso cumple de manera sobresaliente con el criterio. Es altamente
efectivo, accesible y bien diseñado, lo que facilita un aprendizaje fluido y
personalizado para los estudiantes, maximizando su potencial.
Justificación
de la escala:
La introducción de la escala del 1 al 5 satisface varias razones clave para
mejorar la calidad y precisión de la puntuación. Primero, la granularidad: una
escala de cinco niveles permite evaluaciones más granulares y precisas y puede
capturar diferencias significativas entre recursos que cumplen con los
estándares pero tienen diferentes eficiencias. Esto es importante para obtener
información detallada y priorizar mejoras específicas. En segundo lugar, es
fácil de interpretar: como escala ampliamente aceptada en la educación y la
investigación sobre evaluación, facilita la interpretación de los resultados
por parte de todos los participantes, desde los evaluadores hasta los
diseñadores y profesores. Además, otra ventaja es la compatibilidad con el
análisis cuantitativo, ya que la escala numérica permite el análisis
estadístico de los datos, como el cálculo de medias y desviación estándar,
proporcionando así una presentación clara y objetiva de los resultados.
Finalmente, el equilibrio entre simplicidad y detalle: la escala es lo
suficientemente simple como para implementarla de manera uniforme, pero al
mismo tiempo permite diferenciar claramente los matices de la calidad de los
recursos.
Aplicación
de la métrica:
La métrica se aplica a 15 criterios de evaluación, cada uno de los cuales
aborda un aspecto clave de los recursos educativos digitales. Estos criterios
se califican individualmente en una escala del 1 al 5. Luego, estas
puntuaciones se combinan para crear una calificación general de los recursos.
Esta evaluación no solo refleja la calidad general de RED, sino que también
identifica áreas específicas de mejora, lo que ayuda a tomar decisiones
informadas para optimizar los recursos. Al combinar la evaluación cuantitativa
con observaciones cualitativas, se puede obtener una comprensión integral del
uso de los recursos educativos, asegurando que los resultados reflejen su
impacto educativo y pedagógico. Este enfoque garantiza que los recursos se
evalúen y mejoren continuamente para satisfacer las necesidades y expectativas
educativas de los usuarios.